1) Si algo aprendi despues de leer TANTOS DETALLES (de todo tipo) es que: si bien no me van a apedrear o a quemar o nadie se va a comer mi carne o yo de mis hijos, tampoco el fuego del Senior me consumira vivo y solo quedaran mis cenizas, ni me van a juzgar asi por mis pecados. Ni tendre que matar ningun animal en forma de arrepentimiento, ni nada por el estilo. (Con lo que he leido hasta ahora, como moraleja) Puedo decir que, de ahora en adelante, pensare MAS las cosas antes de decirlas, hacerlas, hasta pensarlas antes de si quiera pensarlas. No porque necesariamente pueda herir a alguien o no, si no porque pueda ofender a Dios mismo.
Y es que decimos y hacemos tantas cosas a la ligera, por ejemplo: tanto maldecir y bendecir sintiendolo, como maldecir y bendecir no sintiendolo. Me pongo en el lugar de los israelitas, un pueblo acostumbrado a una sola cosa por mucho tiempo, ser esclavo.. que luego paso a ser libre con un mundo nuevo por delante y una serie de leyes, normas y costumbres nuevas.. que hacer, que no hacer, como y cuando hacerlo y como y cuando no hacerlo..era demasiado para digerir. Con el temor de que si hacia algo fuera de estos parametros, no fuera digno ante la presencia de Dios. Y tan contrastante ahora, casi nadie se detiene a pensar en lo que hizo, dijo o penso o si con eso ofendio o no a alguien.
Todas estas leyes me hacen recordar las iglesias que tienen un portafolio igual o mas extenso con reglas superficiales sobre peinados, forma de vestir, música, trabajos, comportamientos, entre otros temas. Muchas de estas alegan que vienen de la Biblia, cuando la realidad es que son un método de control para su población y apartarlos del libertinaje.
2 replies on “Día 39: Levítico 25-27”
1) Si algo aprendi despues de leer TANTOS DETALLES (de todo tipo) es que: si bien no me van a apedrear o a quemar o nadie se va a comer mi carne o yo de mis hijos, tampoco el fuego del Senior me consumira vivo y solo quedaran mis cenizas, ni me van a juzgar asi por mis pecados. Ni tendre que matar ningun animal en forma de arrepentimiento, ni nada por el estilo. (Con lo que he leido hasta ahora, como moraleja) Puedo decir que, de ahora en adelante, pensare MAS las cosas antes de decirlas, hacerlas, hasta pensarlas antes de si quiera pensarlas. No porque necesariamente pueda herir a alguien o no, si no porque pueda ofender a Dios mismo.
Y es que decimos y hacemos tantas cosas a la ligera, por ejemplo: tanto maldecir y bendecir sintiendolo, como maldecir y bendecir no sintiendolo. Me pongo en el lugar de los israelitas, un pueblo acostumbrado a una sola cosa por mucho tiempo, ser esclavo.. que luego paso a ser libre con un mundo nuevo por delante y una serie de leyes, normas y costumbres nuevas.. que hacer, que no hacer, como y cuando hacerlo y como y cuando no hacerlo..era demasiado para digerir. Con el temor de que si hacia algo fuera de estos parametros, no fuera digno ante la presencia de Dios. Y tan contrastante ahora, casi nadie se detiene a pensar en lo que hizo, dijo o penso o si con eso ofendio o no a alguien.
Todas estas leyes me hacen recordar las iglesias que tienen un portafolio igual o mas extenso con reglas superficiales sobre peinados, forma de vestir, música, trabajos, comportamientos, entre otros temas. Muchas de estas alegan que vienen de la Biblia, cuando la realidad es que son un método de control para su población y apartarlos del libertinaje.