Si somos honestos: a pesar de que hemos visto la mano De Dios y su obra en nosotros en muchos momentos de nuestras vidas, algunos momentos de aprietos nos hacen olvidar esto y… en vez de dar gracias y esperar a que Dios obre: nos quejamos. Algunos dicen: ¿Y cómo dar gracias en esos tiempos? ¿Con qué fuerza hacemos eso? El Salmo 103 es un claro ejemplo en donde se combinan las dos cosas: continuo agradecimiento mientras se pide con honestidad sobre la lucha presente.
Fecha: 23 de mayo 2021
Autor: Eduardo Gavilán
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