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Soportando

No recuerdo como fue que lo supe, pero lo supe. No recuerdo con cuantos días de antelación lo supe, pero no importaba, como quiera iba a ir; simplemente ¡no podía perdérmelo! Danilo Montero (un famoso cantante y expositor cristiano) iba a estar en Jarabacoa (una ciudad en el norte de Republica Dominicana) No era un concierto, mas bien era una serie de disertaciones acerca de temas de vida cristiana, y uno de los dos oradores era él, nada mas y nada menos que Danilo Montero.

Si no estoy mal informado, esa era la segunda ocasión en la que Danilo Montero venia a Republica Dominicana. La primera vez había venido en la gira de su CD “Sígueme” a un concierto en Santo Domingo. Los que vivimos en esta ciudad estamos acostumbrados a que todas las actividades con personalidades internacionales al menos tengan una presentación aquí en Santo Domingo, la ciudad capital. Pero en esta ocasión no seria así. Aunque Danilo Montero estaría aquí por dos días, solo estaría en la zona norte del país y no pasaría por Santo Domingo. Así que yo junto a Christian, Israel, Frank (Snoopy), Fausto, Lisbeth, Joel, Sasha, Geraldo, Joel Villafaña y la gente de la Iglesia Metodista de Rocas del Mar (¡el figureo pa’ los muchachos!) fuimos a Jarabacoa un sábado bien temprano en la mañana a la conferencia con Montero.

El otro orador, era un pastor de Puerto Rico que era un total desconocido para mi, y me atrevo a apostar que para la mayoría de todos los que estábamos ahí. Su nombre era Rey Matos y no les digo el nombre porque lo recordara, tuve que investigar mucho para obtener su nombre nuevamente. Esto lo menciono para que entiendan que era tanto el deseo que tenia de ver a Danilo Montero que ni siquiera estaba prestando mucha atención a nada relacionado con el otro orador. Ahora bien si me preguntaras hoy acerca de que hablo Danilo Montero ese día te diría que ya lo olvide; pero hubo una anécdota que el pastor Matos contó que me llego tan profundo que no la podré olvidar jamás y deseo compartirla contigo hoy. Matos contaba que un domingo en la mañana se le hacia tarde para ir a la reunión de su iglesia, y la culpa de eso la tenia su mujer que duraba demasiado arreglándose. ¡Se que muchos de los que leerán esto se sentirán plenamente identificados con esta situación! El pastor Matos perdió la paciencia y empezó a regañar a su mujer ?¿Cómo es posible que dures tanto maquillándote? ¿Acaso se te olvida que somos los pastores de la iglesia? ¡No podemos llegar tarde!?le reclamaba el pastor Matos a su mujer. Ella se apresuraba y le pedía que le diera dos minutos más pero ya realmente era tarde, Rey tenia razón en sus reclamos. Las cosas no mejoraron de camino a la iglesia. Rey seguía regañando a su esposa mientras conducía. Cuenta el pastor, que aunque iba discutiendo con su esposa en el carro, al momento en que entro al templo sufrió una transformación; cambio la cara de pelea por la cara de pastor, de hermano bendecido y en ¡victoria! Eso me hace pensar en lo hipócrita que podemos llegar a ser; y de cómo usamos mascaras dependiendo de la situación.

El pastor Matos ocupo su lugar en el templo y se unió a la adoración. Mientras la iglesia cantaba, Rey escucha que Dios le habla y le dice: “Rey, ¡cállate!” El pastor Matos se alegra y piensa que el Señor le va a dar un mensaje especial para la iglesia, así que le responde al Señor muy dulcemente, “¿dime Señor?” el Señor vuelve y le dice: “Rey, ¡cállate!” Matos entiende por el tono que el Señor no esta muy alegre; y le pregunta? “Señor, ¿Qué pasa?”?A lo que el Señor le responde: “¿de veras piensas predicar así como estas? ? ¿Cómo estoy Señor? ¿A que te refieres?? A la discusión que tuviste con tu mujer esta mañana, le responde el Señor. “ !Ah, a eso te refieres! ” respondió el pastor Matos, como quitándole importancia a la situación con su esposa. Entonces el pastor empezó a quejarse con Dios de su mujer?es que mi mujer es aquello, esto y lo otro, etc.? muy parecida a la actitud de Adán cuando el hombre peco por primera vez en el Jardín del Edén. Pero Dios haciendo caso omiso a las quejas le dice a Rey? “tienes que aguantar a tu mujer”? “¡Pero Señor, es que mi mujer es aquello, esto y lo otro!”?Volvió a quejarse el pastor. De nuevo Dios no hizo caso a las quejas de Rey y le dijo: “Tienes que aguantar a tu mujer, de la misma forma en que yo tengo que aguantarte a ti.” Hubo silencio. El pastor Matos comprendió de inmediato lo que Dios le estaba diciendo y sin tardar ni un segundo, fue a donde su mujer y entre lagrimas le pidió perdón.

Dios tiene que aguantarnos. Tomate un minuto y trata de pensar en los pecados que cometiste la semana pasada. ¿Muchos? ¿Pocos? ¿Termino medio? No importa. Son pecados y ofenden y entristecen a Dios de manera tal que nosotros no podemos entender. Pero Su amor, ese amor que sobrepasa toda capacidad de comprensión, hace que Dios siendo totalmente perfecto aguante, tenga que soportar, no solo nuestras imperfecciones si no también nuestros caprichos y niñadas. Me gusta el verbo “aguantar” porque implica la idea de llevar una carga, algo que implica un sacrificio personal. Y eso, aguantarnos, es precisamente lo que hace el Señor al pedirnos echemos nuestras cargas sobre el y que descansemos.

Ninguno de nosotros puede decir que es perfecto; ni siquiera estamos cerca de eso. Cometemos errores, ¡uffff!…. Un montón si habláramos de mí en particular. Pero quizás el error mas grande que cometemos los seres humanos es que a pesar de que nosotros sabemos que cometemos errores y nos gusta que sean condescendientes con nosotros cuando cometemos esos errores, somos muy prestos a juzgar y culpar a los demás cuando estos, humanos imperfectos iguales que nosotros, cometen errores. La Biblia dice en Galatas 6:2 que debemos sobrellevar los unos las cargas de los otros; y que así cumplimos la ley de Cristo. El Señor sabe que hay personas que de veras son difíciles, y se que tu conoces gente que de veras son súper difíciles de tratar. Pero igual El te pide que en amor, lo aguantes, lo soportes de la misma forma en que con amor el te soporta y te sobrelleva a ti.

La Biblia dice que es una incongruencia total decir que amas a Dios que no puedes ver y que no amas a tu hermano al que si puedes ver. Amar a una persona que no nos cae bien es difícil, lo se, pero el Señor nos pide que caminemos la milla extra con ese tipo de personas. Y mas que porque el sea Dios, creador de todos nosotros y todos los demás meritos que solo El puede tener, nos pide que hagamos eso con los demás, porque El camina varias millas extras con nosotros cada día.

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